En nuestro entorno, estamos rodeados de contaminación visual, aquella que perturba la visualización de un bello paisaje, por desgracia cada día nos encontramos más con este problema, sea por las pancartas de propaganda de los políticos, por las marcas de productos que quieren destacar, por la contaminación de basura, o simplemente por personas mal vestidas.
Nuestro cerebro tiene una determinada capacidad de absorción de datos que se ve superada por la enorme cantidad de elementos “no naturales” en el paisaje. Son muchas las causas de esta contaminación y las consecuencias son bastante preocupantes. Por un lado, tenemos accidentes ocasionados por obstrucción visual al conducir, trastornos de atención, estética paisajística afectada, alteraciones del sistema nervioso, estrés por saturación de elementos y colores, dolor de cabeza, mal humor y disminución de la eficiencia laboral.
Algunas soluciones para combatir este tipo de contaminación que nos afecta a diario, es reducir la cantidad de anuncios, vallas publicitarias y propaganda política, y hacer seguimientos de normas urbanísticas, evitando elementos agresivos o recargados. La contaminación visual debe ser considerada definitivamente como un tema ambiental, y se debe legislar en concordancia. Se debe tomar conciencia de que no se trata solamente de intervenir sobre medidas y proporciones de carteles. El estado debe tener una política ambiental global con reglas claras y precisas cuya finalidad sea una mejor calidad de vida para todos. Así como la degradación es voluntaria y producida por el hombre también debe ser controlada y modificada por él. #Uniformes #UniformesMevecol #Medioambiente